EL GRITO EN BARAKALDO
Por quitar un poco de hierro en estos momentos difíciles para tanta gente, hoy voy a poner algo más ligero. La biomímesis consiste en copiar a la naturaleza (la palabra la he tenido que buscar). Y si no fuera porque Edvard Munch vivió hasta mitad del siglo XX y entonces todavía no se había construido el Parque Botánico de Barakaldo, podría haber pensado que el bueno de Edvard había pasado por nuestro pueblo inspirándose en su naturaleza. El caso es que hay un olivo en nuestro parque más variopinto que me ha recordado inevitablemente a la figura que grita en el cuadro de Munch. Ya sé que no es idéntico -ya sabéis que los pintores interpretan a su manera lo que ven-, pero yo lo veo claramente inspirado en él. O quizás ha sido al revés y resulta que es un olivo culto que se ha inspirado en el cuadro. A saber.
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