PUMANIESKA
La última semana antes del confinamiento por la pandemia fuimos a ver un espectáculo al bilbaíno Campos y a la salida le conté a mi hijo, aunque ya se le habrá olvidado, que detrás de Correos (uno de los mejores edificios de Bilbao, por cierto) se encontraba la Sala de Fiestas Pumanieska, a la que mi madre fue alguna vez hará sesenta años, cuando ella tenía unos veinte. El nombre no sé de dónde viene, pero me suena a espía rusa (y por tanto, guapa) y, aunque he buscado en la red algo de información, ha sido poco lo que he encontrado. Textos escasos, unas pocas fotos que echar al disco duro y apenas unas imágenes de un prospecto. Eso es lo que ha quedado de un sitio que, imagino, haría furor en su momento. Dicen que en aquel entonces había muy pocos locales de este tipo en nuestra capital y había hasta actuaciones en directo venidas directamente del extranjero, haciendo de este local lo mas “cool” de Bilbao, que se diría hoy. Para hacerme una idea, tengo que pensar en una película de Ma