Hasta que algún impío inventó eso de la incineración, la última puerta que pasaba un ser humano solía ser la del cementerio. En Barakaldo, que yo sepa, tenemos dos: el de San Vicente y el de El Regato, siendo el primero el principal. Pues bien, ambos dos son obra del mismo arquitecto, Casto de Zavala (así, escrito con V). Debo hacer constar que hasta no hace tanto, pensaba que el tal Casto era el autor del retablo mayor de la iglesia de San Vicente, donde se casaron mis padres y, treinta años después, yo mismo. En la de mis padres no estuve invitado, pero como en la que hice de protagonista no sabía bien si admirar la belleza del retablo o la de la novia, me quedó cierta confusión. Casto de Zavala, Casto de Zavala… resonaba como lejano eco en mi mente. El flash del fotógrafo me hizo reaccionar: “Sí quiero, sí, sí quiero”, alcancé a decir mientras el cura ya me empezaba a mirar extrañado y mi ya mujer resoplaba. Años después, al querer hacer esta entrada, me entero de que Zavala lo que hizo fue arreglar el coro, que luego se volvió a cambiar, y un proyecto para la puerta, que no se hizo. Tampoco se hizo el templo de San José que proyectó para la zona de Lasesarre. Menos mal que mi matrimonio, al menos hasta hacer estas líneas, sigue en vigor. Y es que Casto, visto desde la perspectiva de hoy día, era un poco cenizo. No es baladí lo que digo, pues el mismo Casto fue el que diseñó la primera Cruz del Gorbea, hecha en nuestra Lutxana en los talleres de Serapio de Goikoetxea, cuyo tataranieto es amigo de mi hijo. Dicha cruz, que era un poco estrepitosa, se cayó al de poco. Volvieron a hacer otra, con probable diseño de Casto y también se cayó (hecho que me hace creer que efectivamente fue obra suya). Normal que se dedicara a los cementerios. Cualquier desperfecto no aumentaría nunca el número de muertos. Así, nadie a estas alturas se extrañará de que sea también el autor del cementerio de Ortuella, del de Sestao o del vistoso panteón para el músico Isasi, que no se ha quejado nunca, que se sepa.
No obstante, si en algo fue famoso en nuestro pueblo fue en trazar el primer plano urbano de Barakaldo. Eso sí que es entrar por la puerta grande y no la del título. Debió coger prestigio y ya le dejaron construir edificios para los vivos, como las casas más veteranas de la calle San Juan, cuyas fotos adjunto. También hizo nuestro ayuntamiento antiguo (dato a confirmar) y la iglesia de El Regato. Ya lanzado, solo tuvo que pasar la Ría para hacer el ayuntamiento de Erandio. Aquello empezaba a rular y le mandan hacer las bellas escuelas de Gernika, arreglar la basílica de Santa María de Portugalete, reformar la basílica de la Asunción de Nuestra Señora de Lekeitio (monumento nacional) y también un montón de fuentes en Oñate. Y es buscando fotos de estas cuando me asalta una sospecha: ¿no será Casto de Zavala el creador de la fuente de San Vicente? Al respecto pondré en futuro no lejano otra entrada, pero como aperitivo os pongo una foto comparativa de una de la que plantó en Oñate y de la nuestra, con la que felizmente, en San Vicente, cierro el círculo que suponen estas líneas, no sin antes deciros que el tío hasta se atrevió a diseñar un instrumento musical. ¿Sería para hacer música celestial?
Uuuf! El tal Casto de Zavala, tuvo que palmar de estrés no? Xq con tanto curro dentro y fuera del pueblo y el mal Darío de las 2 cruces caídas,no es para menos.
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