CAZANDO ESTRELLAS CON HERSCHEL (1738 – 1822)

Recuerdo que a mi abuela Consuelo le gustaba un programa de variedades llamado “El hotel de las mil y una estrellas”, cuyo artista principal era el inefable Luis Aguilé. Pues bien, hoy voy a hablar brevemente de William Herschel, el hombre que, junto con su hermana, descubrió no mil, sino más de dos mil quinientos objetos estelares. Mi conocimiento de Herschel comenzó en una visita al Observatorio Astronómico de Madrid, en 2013, cuando vimos la reconstrucción de un enorme telescopio que había construido para el Observatorio y que destruyeron los franceses en la invasión napoleónica de 1808. Curiosamente, el propio Napoleón había estado con el científico y le había honrado con la Legión de Honor, pero sus soldados debían ser algo más rústicos que su emperador y les dio por romperlo todo. Con este mínimo bagaje y obnubilado por el recuerdo del gran Aguilé, cuando preparaba mi primer (y hasta la fecha, único) viaje a la patria de Shakespeare, miro el mapa de Bath (Inglaterra) y veo: “Herschel´s House”. Inmediatamente saltaron todas las alarmas. Allí había que ir. Por tanto, unas semanas después, en nuestra segunda jornada en Bath, después de ver los baños romanos, nos dirigimos a la casa del antiguo músico y gran astrónomo. Pagamos nuestra entrada, visitamos las habitaciones en que vivía y, cuando pensamos que ya estaba todo visto, resultó que se podía bajar al sótano, donde William (Wilhem de nacimiento, ya que era alemán) pulía los espejos para hacer telescopios y visitar el jardín desde donde descubrió la radiación infrarroja, el planeta Urano y todo lo que se le ponía a tiro por ahí arriba. En las siguientes fotos os muestro lo fundamental y los rastros previos de Herschel que encontramos en nuestro camino hacia Bath.


Ahí tenéis a William, con su respingona nariz que heredó también su hijo, gran astrónomo a su vez.


Este es el telescopio de Madrid. Es de reflexión, por lo que no se mira desde abajo, sino desde arriba, donde rebota la imagen del espejo, que ese sí que está abajo, en la base del tubo.


Otra toma del Telescopio de Madrid. Los bastidores de madera han sido hechos en Bermeo, en un astillero de barcos pesqueros. Con mi cámara no se podía coger todo el telescopio.


Sección de uno de los grandes telescopios de Herschel que tienen en Greenwich, donde también estuvo.



En el Museo de Historia de la Ciencia de Oxford tienen este modelo de Herschel, con el que descubrió cientos y cientos de objetos espaciales. En Bath hay una réplica igual.



La casa que habitó en Bath.



Antes de ser astrónomo fue un cualificado músico.



Maqueta de su telescopio más grande.



El taller donde pulía los espejos. Era su habilidad para hacer la concavidad de cada espejo, después de cientos y cientos de pasadas, la que le dio aquellos enormes resultados.



El jardín desde donde observaba. La entrada al mismo (donde está la cristalera que veis) ha sido infantilizada, poniendo una incomprensible salita fuera de lugar, a mi juicio, para que los chavales se entretengan.


Recordatorio de los logros que obtuvo en ese mismo sitio.




Herschel y su hermana, inmortalizados en su jardín.




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