El blog de Iñaki García de la Dehesa

Con una semana de antelación, os recuerdo yo que hace justo 30 años, el 3 de octubre de 1990 se unificó Alemania. Y un servidor estaba allí. Habíamos acabado la carrera y, organizado por el Gobierno Vasco (que fue el paganini de todo), estuvimos haciendo las prácticas de un postgrado durante algo más de dos meses en la tierra de los Teutones, que es lo que significa Deutschland. Cuando llegamos a principios de agosto no se sabía nada sobre cuándo iba a ser dicha unificación. El canciller Kohl, que en castellano significa berza o repollo, quería meterles prisa. El hábil Helmut entre col y col les metió unos cuantos marcos como señuelo, que resultaron tener más atractivo para los pobres Ossies que los rublos que no llegaban de Moscú. Ya en septiembre se firmó la  unificación y una semana antes de que volviéramos, la RFA engulló a la RDA, engordando notablemente en territorio y población. Años después, pude comprobar que la digestión había sido buena y, aunque sigue habiendo diferencias,

Instituto Antonio Trueba. Barakaldo. Foto histórica del último día en que hubo clase. 4 dic 2018 Me gusta esa frase que dice que los árboles no nos dejan ver el bosque. Y es que muchas veces tenemos algo de valor delante de nuestros ojos y somos incapaces de verlo o, mejor dicho, de comprenderlo. Para este mes de septiembre de 2020 estaba previsto el inicio del derribo del Instituto Antonio Trueba, de Barakaldo, el “Insti” de toda la vida. Pues resulta que dejando aparte los sentimientos de los que allí estudiaron, que son legión, creo que poco valor se le ha dado en el pueblo. En cambio, sucede que estamos ante el trabajo de uno de los mejores y más prolíficos arquitectos vascos de la segunda mitad del siglo XX, Álvaro Líbano. Su periplo vital (1921 – 2010) comienza y acaba en Bilbao. Supongo que no tuvo que hacer mucho esfuerzo en saber su vocación, pues su padre ya era arquitecto. Álvaro estudió en Barcelona y ya desde mediados de siglo comenzó su carrera profesional. Por lo que s

FAROS   Llevaba tiempo pensando en iniciar un blog, siguiendo la recomendación de un conocido. Hoy por fin me he decidido. Aprovechando que tengo unos días libres he estado buscando fotos propias y se me ha ocurrido cuál debe ser el tema con el que haré la botadura de esta bitácora. Este infausto año 2020, que tan bonito parecía numéricamente, está cosechando una cosecha de mies que no se recordaba desde el siglo pasa do . Están pasando hechos muy negativos, pero lo malo es que algunas cosas aparentemente positivas, no lo son tanto. No, no me estoy refiriendo a la propia creación del blog. Dadme al menos cien días de cortesía, como a los gobiernos, esos entes repletos de aviesas intenciones, no como la de este servidor, inocente por naturaleza.  El título, Faros, no es ninguna metáfora que quiera indicar que aquí se encontrará luz sobre importantes temas. Ni siquiera de temas banales. No soy experto en nada, por lo que puedo caer en el cuñadismo a nada que me despiste. El título en est