El blog de Iñaki García de la Dehesa

No, no estoy hablando de fútbol, aunque el título también valdría para cualquier sección de deportes. Me estoy refiriendo a las virtudes estéticas de la esfera, lugar geométrico de puntos que distan lo mismo de otro punto, el centro. Prueba de ello es que en esas máximas citas de la Humanidad, plenas de entusiasmo y esperanza, como son las Exposiciones Universales y las Ferias Mundiales, ha sido una gran bola frecuente icono de las mismas e indudable foco de atracción para los visitantes. Pongo unas fotos de cuatro grandísimas exposiciones, dos universales y dos mundiales. El más antiguo es de la Perisphere de Nueva York, que hizo una feria mundial, no universal (con lo cual no se permitían ovnis), pero igualmente vistosísima. El segundo es en el mismo punto, al lado del tenístico Flushing Meadows, donde volvieron a hacer otra feria mundial en el 64. La Unisfera, su símbolo, aun perdura y prueba de ello es la foto que pongo. El tercero también viene de los USA, pero fuera de su territo

Hoy empieza la primavera, lo que, además de traernos un mejor tiempo atmosférico, conlleva una explosión de vida en el reino vegetal, que bien que lo notan los alérgicos. Por eso, con su permiso, pues creo que las fotos no les afectan, traigo una colección de árboles que he ido sacando en mis andanzas para perder peso. Son de ejemplares significativos por alguna razón, que están ahí, quietitos y silenciosos, y a los que hoy quiero dar algo de protagonismo como en aquel programa de la tele que se llamaba “Voces sin voz”. Lamentablemente conozco poco de los vegetales. Me sacas de la lechuga y el pino y ya me empiezo a perder. También conozco el ciprés, pero no me gusta ir a los cementerios, así que hoy no veréis ninguno. De los demás, si alguno identifica la especie o puede corregir lo que yo ponga, será bienvenido. Este es solo como portada, para arrancar con buen gusto. Esta no le he hecho yo, obviamente. Sirve para recordar todos los excesos que se han hecho con el arbolado en nuestro

Desde las entrañas de la Margen Izquierda y la Zona Minera salía el mineral de hierro que, mediante trenes, llegaba hasta la Ría. Ese mineral de hierro, cuya producción llegó a suponer el 10% de todo el mundo, permitió la llegada del capital suficiente para que se constituyeran fábricas, bancos, aseguradoras, navieras, etc. que convirtieron a Bizkaia en un lugar desarrollado y de cuya inercia seguimos viviendo. La mayor parte de ese patrimonio formado por las vías ferroviarias y los cargaderos correspondientes se ha desmantelado sin muchas contemplaciones. No, no pecan de sensibleros quienes mandan. Incluso el de la Orconera, uno de los dos ejemplos que quedan en Europa de ese tipo, estuvo amenazado por, palabras casi textuales, ¡dificultar el proceso urbanístico en la zona! Alguien recapacitó y ahora ya tiene otra consideración. Incluso en el Metro instalaron unos paneles institucionales que fotografié y que aquí os pongo parcialmente, pues hice las fotos a la carrera y no me quedaron

No, no me estoy refiriendo a que Barakaldo deba ser la capital de Euskadi al modo de que Washington lo es a los EE.UU (tampoco sería descabellado, que si lo es Vitoria, a la que no se puede llegar por mar, méritos tenemos como mínimo como ellos). Se trata de Barakaldo después del confinamiento, que queda metafóricamente representado en esta foto sacada a las 9 de esta misma tarde en Zaballa. De alguna manera me recuerda a aquella película de Charlton Heston, “El último hombre vivo”, donde el adalid de la Asociación del Rifle se paseaba con su coche por calles desiertas… hasta que empezaron a pasar cosas. Yo, que afortunadamente he llegado a casa sin novedad (lo que agradezco, pues no soy tan valiente como Charlton), tengo que decir, después de un sesudo análisis, que después de este envite que ya dura un año, ni hemos salido más fuertes ni hemos salido mejores como nos decían desde la tele. Seguimos siendo igual de egoístas o de generosos que lo éramos en febrero de 2020, lo que pasa e

El húngaro Brassäi se hizo famoso sacando fotos de su Paris adoptivo al anochecer. Esas fotos en blanco y negro todavía hoy, millones de imágenes después, siguen siendo atractivas. Así que, desde el respeto al maestro, he buscado emular a tan distinguido fotógrafo, pero cambiando Paris por Barakaldo. Como veréis, el cambio apenas se nota…