¡AHÍ ESTÁ EL DETALLE!
Me aprovecho de uno de los fotogramas iniciales de una película del gran Cantinflas cuyo título coincide, casualidad, con el de esta entrada. Conste que no la he visto, así que no la puedo recomendar. Es del año 40 y en blanco y negro, no apta para Instagramers nacidos este siglo. Yo no lo intentaría. Pero sí que, haciendo caso al título, puedo al menos sugerir, una vez más, una mirada más atenta a lo cercano. Si en alguna ocasión he comentado que antes prácticamente sólo sacaba fotos generales, desde que existe la foto digital se puede disfrutar de la fotografía de elementos que casi nunca hubieran sido motivo fotográfico, al menos para quien esto escribe. A ello ayudaba el precio de la foto, pues no te ibas a gastar trescientas pesetas en hacer nueve fotos de una baldosa (para luego quedarte solo con una o ninguna). Hoy, sin poner en peligro las finanzas caseras, puedes sacar todo tipo de imágenes, las cuales pueden tener su pequeña gracia, o no (si eres un soso, claro). Por tanto, a