LO FEO NO SE VENDE. RAYMOND LOEWY.

Padre no hay más que uno. También se decía que los niños venían de París. Si, hablando de diseño industrial, juntáramos en una coctelera ambas frases, nos podría salir que el padre de dicha disciplina sí que vino de París. Efectivamente, ya estáis todos pronunciando en alto el nombre de Raymond Loewy, nacido en la capital francesa en 1893. Su alumbramiento en la Ciudad de la Luz nos atrevemos a calificarlo de tranquilo, pues todavía no había aviones y la cigüeña, que no tuvo que volar muchos metros, lo hizo sin riesgo alguno de chocar con trastos volantes. No, no lo decimos en vano, pues, sin ir más lejos –ya que no se puede – en Australia en 1979 podría haberte caído del cielo un trozo de uno de los más afamados diseños de vuestro querido Raymond. Estamos hablando del Laboratorio Espacial Skylab, del cual uno de los trozos en que se desintegró impactó en la tierra de los canguros. Los “aussies” multaron a la NASA con 400 dólares por tirar basura espacial, pero la Agencia Espacial miró...